jueves, 7 de marzo de 2013

Otra noticia, otra víctima, otro dolor en alma

No es fácil describir el dolor que nos provoca dar noticias de este tipo, cada niña o niño, cada mujer, cada persona desaparecida o extraviada viene de la mano de una palabra que es la que nos impulsa a no bajar las manos, la que guía a las miles de mamas que buscan a sus hijos, las de miles de hermanos que extrañan a los suyos, la de padres que pasan noches enteras sin dormir pensando en qué lugar estará su hija, en qué situación, bajo que pesares, y es la palabra esperanza. 
Esperanza de que nadie los haya forzado a nada a ese ser querida, de que solo estén perdidos, de que aparezcan pronto, pero solo dura unas pocas horas para saber que algo anda mal.
Sin embargo, la búsqueda, las ganas, la necesidad de un abrazo, de un encuentro hace que cada familia, cada amigo, cada organización siga adelante, buscando. Por que pase lo que pase, soplen los vientos que soplen siempre te seguimos buscando. 
Por no queremos, no vamos a permitir que asesinos, proxenetas, seres despreciables roben tu inocencia, tu alegría, tus ganas de vivir, que nos roben las risas de quienes amamos, los sueños, tu derecho de vida y tu libertad. 
“el cuerpo sin vida de Berazategui Era Yanela” dicen las noticias. Y siguen con un “el cadáver de la chica de 11 años fue hallado el sábado en un arroyo”. Nos parece impenetrable leer 11 años y cadáver, son dos palabras que juntas hacen que se estremezca el alma de dolor y de injusticia. 
Y cada una de estas personitas es una cicatriz, pero debe ser una cicatriz para toda la sociedad. No queremos que una noticia de una nueva víctima tape la de otra, por que duele ver el manejo político de algunos “periodistas” que utilizan a nuestros muertos, porque son nuestros, para hacer uso de una crítica política. 
Porque todavía escuchamos a algunos personajes voceros de los medios “fue sin su consentimiento”. 
¿Hasta cuando tenemos que manifestar que a los 11 años, a los 15 y así hasta los 18 años no hay consentimiento que pese ante la ley?
Porque nadie ve que hay una ausencia aquí en el medio, ausencia de conciencia, porque nadie miro dos veces el rostro de Yanela cuando pedía en aquel tren, por que lamentablemente ya no llama la atención ver este tipo de niñez dolida, de hogares ausentes, de infancias sin infancias. 
Condiciones que los mal vivientes saben aprovechar de manera audaz y sin pensarlo dos veces. 
Porque no queremos, no podemos ni debemos permitirnos más Candelas, más Maritas, más Ericas, no queremos otra Yanela. 
¿Y cómo manejamos tanto dolor y bronca? ¿Tanta ausencia? 
Porque hoy es Yanela, pero mañana no sabemos quien pueda ser víctima de estos mal nacidos, por no decir otra palabra. 
Porque ya no podemos mirar para otro lado, porque se están metiendo con nuestros niños y niñas, y cada mujer que desaparece es una lucha que se pierde, que perdemos todos. Ante la corrupción, el destrato de ciertas fuerzas políticas, el mirar para otro lado, el desentenderse de esta lucha constante.
Nosotros confiamos en que somos más los que paliamos contra esto que los que hacen uso y abuso de los derechos de nuestras mujeres y niños, por eso te pedimos que camines a nuestro lado, que prestes atención a las imágenes que publicamos y sobre todo que si ves o sabes de alguien privado de su libertad llama al 145, no te calles, todos necesitamos de tu ayuda. 
Gracias por tu tiempo, sujeto de derecho.

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